La Libertad de Los Hijos de Dios : La alegría de vivir sin prejuicios ni ataduras

Nos encontrbamos reunidos en la segunda seccin de talleres de preparacin para los das fuertes de la Semana Santa. Habamos programado unos talleres de formacin y de refrescamiento sobre el sentido de la Semana Santa en nuestra parroquia y estbamos en el segundo da de ellos, el segundo domingo de la Cuaresma. Esta vez la cantidad de los asistentes era menor a la del domingo anterior. Sobre todo los ms jvenes haban preferido no asistir al segundo da. Y haba que ser respetuosos. De eso se trataba de respetar la libertad de los Hijos de Dios y de respetar las decisiones tomadas por cada grupo. Aunque nos hubiese gustado que el saln estuviese repleto como el primer domingo y si fuera posible con ms participantes pues nos hubiese indicado que el primer da habra generado un boom publicitario por la intensidad con que se vivi. Pero, los hechos son los hechos, y, no lo que hubisemos esperado. Estaban todos los que estaban y eran todos los que estaban. Ni ms; ni menos. Tampoco eran muchos los que haban dejado de asistir. Tal vez cinco. No deja de ser un poco desalentador el no poder realizar el complejo de la gallina que quiere cobijar a todos sus polluelos...