Un rufian para la dama

Quintus MacLachlann era arrogante, y no se arrepentia de serlo. Cuando le pidieron que se hiciera pasar por un hombre casado para infiltrarse en la sociedad de Edimburgo, disfruto del desafio de estar "e;casado"e; con la testaruda aunque hermosa Esme. Esme no disimulaba su desprecio hacia aquel canalla vanidoso. Era la ltima persona sobre la tierra con la que poda imaginarse casada, fuera verdad o no. Pero, mientras se vea obligada a hacerse pasar por la esposa de aquel gandul, sus sentimientos hacia l comenzaron a cambiar